Maceta de cultivo rígida N°14 | Altura total aproximada: 30 cm
Interiores luminosos, oficinas o espacios con buena luz natural filtrada. Su follaje decorativo la convierte en una excelente opción para ambientes modernos y cálidos.
La Aphelandra es una planta tropical que prefiere ambientes interiores bien iluminados, pero sin sol directo. Puede vivir en galerías o patios protegidos, siempre que la temperatura se mantenga por encima de los 15 °C. No tolera el frío ni las corrientes de aire, por lo que conviene resguardarla durante el invierno.
Riego: mantener el sustrato siempre levemente húmedo, sin encharcar. Regar cuando la superficie del sustrato comience a secarse.
Temperatura: ideal entre 18 y 26 °C. Evitar temperaturas bajas y cambios bruscos.
Consejos clave: necesita buena humedad ambiental. Podés pulverizar agua sobre las hojas o colocar la maceta sobre un plato con piedras húmedas. Si las hojas se marchitan o pierden brillo, probablemente esté recibiendo demasiado sol o falta de humedad.
Hojas grandes, verdes oscuras con nervaduras blancas muy marcadas, de aspecto brillante.
Florece a fines de la primavera y durante el verano, con espigas amarillas o anaranjadas que duran varias semanas.
Crecimiento vertical, compacto, ideal para interiores.
Aporta color y textura durante todo el año, incluso fuera de la época de floración. Es una planta ornamental de gran valor decorativo y fácil mantenimiento si se respetan sus necesidades de luz y humedad.
Originaria de las selvas tropicales de Brasil, la Aphelandra es conocida como “planta cebra” por el dibujo de sus hojas. Si se poda ligeramente después de la floración, favorece el rebrote y mantiene una forma compacta.